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(Ensayo) The Last of Us: tomar decisiones sobre lo que no nos compete. Un análisis sobre Joel Miller


Lo último de nosotros es nuestra integridad

Antonio Domínguez (@Andominguezp)
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Ya en algún momento mencioné que The Last of Us (Naughty Dog, 2013 [TLoU, en adelante]) fue una obra a la que dediqué mucho de mi tiempo de ocio a pensarla. Le dediqué tanto tiempo que consideré que el momento de discutirla ya había pasado. Pero, como todo buen tópico, siempre quedan cosas que decir. Un texto que se incorpora a la discusión es “The Last of Us Part II, o sobre la ambigüedad moral del arte I” de Adrián Arrieta.

Joel y Ellie, los dos principales protagonistas de TLoU

La mentada columna se compone por dos momentos claramente marcados. En el primero se evoca el término virtudes imperfectas a partir de Las cosas como son y otras fantasías de Pau Luque. En el segundo, a la luz de dicha categoría, el académico presenta su aproximación a la figura de Joel, analizando puntualmente momentos concretos de la obra.

Mi texto, en este sentido, se presenta como una réplica en virtud de juzgar que la selección de momentos no es lo suficientemente exhaustiva para comprender a Joel o a sus actos, lo cual lleva a una conclusión apresurada.

En orden de discutir la aproximación de Arrieta, este análisis estará compuesto por tres momentos. En el primero, haré una síntesis de la postura del académico (es decir, una síntesis del análisis que hace sobre Joel). En el segundo, en vista de subsanar las deficiencias, traeré a colación aquellos momentos igual de importantes que fueron dejados de lado de TLoU, Left Behind (2014, DLC de la primera entrega) y TLoU Part II (2020). Estas escenas servirán para discutir la idea de amor que Arrieta atribuye a Joel. En el tercer momento, presentaré mis conclusiones en forma de una reflexión personal.

 

Síntesis de la postura

Arrieta nos rememora la primera escena que comparten Ellie y Joel del prólogo de la segunda parte. Señala que Ellie “se muestra distante al principio por los acontecimientos recientes”. Dice, con una redacción impersonal, que “no queda claro cómo es que misteriosamente Las Luciérnagas (…) habían abandonado el proyecto de crear una vacuna contra esa enfermedad”. La cuestión aquí es que a la única que no tiene certeza de lo ocurrido es la joven. Tanto Joel como el jugador saben los pecados que cometieron (porque el jugador es coautor de las acciones del personaje).

Una casa abandonada funge como confesionario para Joel

La segunda escena que se evoca en el texto, igualmente del prólogo de Part II, es aquella en la que Joel y su hermano Tommy están conversando sobre los sucesos finales de la primera entrega. A nivel narrativo, esta conversación sirve como recapitulación y a nivel prosopográfico, como confesión. Arrieta sintetiza toda la escena con las siguientes palabras: “Después de que los médicos confirmaran que Ellie no sobreviviría a la lobotomía (…) Joel impidió que ese procedimiento se llevara a cabo (…), esa noche Joel asesinó a sangre fría a todas y cada una de Las Luciérnagas; no perdonó a nadie”. Aquí es evidente que ni para Joel ni para el jugador es un misterio la desaparición de las Luciérnagas. No desaparecieron por fortunio divino sino que las exterminamos.

El académico considera que la decisión de Joel es en virtud del traumático evento que vivió aquella noche del 26 de septiembre del 2013, el conocido outbreak day (eventos retratados en el prólogo de la primera entrega). Ese día “Joel perdió a su hija a manos de un soldado” y, por lo tanto, ahora “no estaba dispuesto a que le arrebataran a una hija de nueva cuenta” y agrega que la joven “lo rescató de una vida sin motivación y llena de fantasmas (…) Ellie significó para Joel una luz en un mundo desolador y sin futuro”. A modo de conclusión, Arrieta afirma que “los actos de Joel son la muestra que el amor es dar vida, la disposición del amante para asegurarse de que el amado tenga una vida digna” y después agrega “a costo del futuro de la humanidad, Joel le obsequió a Ellie un futuro para ella. Los crímenes que Joel cometió fueron la encarnación del amor más puro que un padre puede tener por su hija”.

La muerte de Sarah (hija de Joel)

Como ya lo mencioné, todo el discurso de Arrieta surge como consecuencia de intentar comprender la obra de Naughty Dog a la luz de las virtudes imperfectas, esto es, lo moralmente ambiguo, aquellas excelencias que son deficientes en virtud de no haber respuestas categóricas, donde lo que hay son múltiples posibilidades de acción, muchas vías que elegir, las cuales son “todas igual de válidas y cuestionables”. La figura de Joel es, para el académico, un personaje que encarna la imperfecta excelencia del amor (“The Last of Us Part II es una obra ambigua, que invita al jugador a reflexionar sobre las decisiones que han tomado los personajes. Se encuentra atravesada por dos virtudes imperfectas: el amor y el odio” y “la sangre que se derramó aquella noche en el hospital es testimonio del amor que Joel le profesaba a Ellie”).

Considero, pues, que el texto del académico bien podría ser calificado de androcéntrico en tanto que solamente se centra en la figura del protagonista de la primera entrega. Considero que el centrarse únicamente en él es casi un error metódico. No me malentiendan. Es perfectamente válido centrar un análisis en una sola cosa pero, cuando se trata de emociones, de relaciones, de acciones, no se puede analizar en la vacuidad, como si no hubiese un contexto en el cual estuvieran situadas o como si no hubiese un a quién respecto al cual se dirigieran. El análisis de Arrieta, considero, en la medida que es metodológicamente androcéntrico yerra al calificar las acciones de Joel como “amorosas”.


Decir que las acciones de Joel son producto de un profundo amor, sea inclusive con los matices que se siguen del aparato conceptual de Luque, queriéndolas ver como formas de actuar moralmente ambiguas e imperfectas, es una consecuencia directa del androcentrismo: es escindir un personaje de la historia en la que está envuelto. El texto de Arrieta se limita a exponer y a dar una que otra valoración a la figura de Joel pero no a cuestionar sus actos, a evaluar si verdaderamente lo que él hizo en nombre del amor es algo con ápice alguno de dicha virtud.

Esta carencia que ahora señalo únicamente se puede subsanar si se tiene en cuenta la figura de Ellie (o lo que es lo mismo, rompiendo el paradigma androcéntrico). Es decir, valorando de igual manera aquella persona a la cual se dirigieron las acciones, aquella a la que, en palabras de Arrieta, se le profesaba amor. El amar, en tanto relación que va del amante al amado, no puede prescindir de ninguno de estos dos polos. El texto que rebato va sobre el amante. Mi texto se presenta como ese contrapeso necesario, esa otra mitad que versa sobre la amada.

Ellie a través de los años

Al final de su artículo, Arrieta señala que eventualmente llegará un análisis de Ellie pero creo que esto no quitaría los peros que ahora le pongo al texto que rebatiré en las siguientes líneas. Repito que solamente se pueden valorar las acciones de Joel en tanto se toma en cuenta a la adolescente. Decía Aristóteles que “los hombres se hacen malos a causa de los placeres y dolores, por perseguirlos o evitarlos, o los que no se debe, o cuando no se debe, o como no se debe, o cualquier otra manera que pueda ser determinada por la razón en esta materia” (Ar., EN, II. 1104b20-25). Esa otra manera que yo emplearé para la segunda parte de este texto es el no haber considerado la otredad, en este caso, la de Ellie: no se puede hablar de amor en tanto que las acciones de Joel son androcéntricas, esta vez, en el sentido de que giran alrededor de sí mismo, actos egoístas que atropellan los deseos, los sueños, la personalidad y todo lo relativo a Ellie. En el siguiente apartado demostrará en qué sentido ocurre esto.


Reconsideración de ciertas escenas de TLoU, Left Behind y TLoU Part II.

Como se mencionó, en contraposición al androcentrismo imperante en el texto que se intenta rebatir, y en función de lo dicho en los últimos párrafos de este texto, mi análisis se centrará en la figura de Ellie. Nuevamente, considero que tenerla en cuenta es metodológicamente responsable inclusive si se desea analizar la figura de Joel, ya que ambos son los dos polos que se presuponen en la relación amante y amado. 

Left Behind. La pieza que se dejó detrás

En Left Behind, a diferencia del juego base, Ellie es la protagonista y personaje jugable. Este DLC cuenta dos historias que se sitúan en diferentes puntos temporales. El primero se encuentra situado cronológicamente entre los eventos de otoño e invierno de la primera entrega y nos cuentan cómo se las arregló Ellie para mantener vivo a Joel después de una terrible caída. En el segundo se retrata el último día que Ellie y Riley pasaron juntas, ya que esta última se ha enlistado a los Luciérnagas.

Considero que dicho DLC es un comentario sobre la amistad, sobre la responsabilidad emocional, sobre el dejar ir y sobre hacer que cada momento valga la pena. Un comentario que se puede permitir hacer porque lo que tenemos no es un hombre maduro que ha visto su mundo destruido sino a una infante que siempre ve lo mejor de cualquier situación que se le presenta. Inocencia encarnada es lo que es Ellie y todo esto y más lo vemos retratado en su relación con Riley (en palabras de Ellie, su persona favorita). Lastimosamente, esta historia no acaba bien: Ellie y Riley se ven perseguidas por una horda de infectados por el cordyceps y son contagiadas. Left Behind es una historia de origen: la historia del origen de la inmunidad de Ellie ante dicha infección fúngica.


La herida. La historia de origen

Los hechos del DLC son referenciados en el epilogo de TLoU y ahora tenemos la oportunidad de ver (y vivir) de primera mano el suceso. Una vez que ambas fueron heridas y que el cordyceps se está esparciendo en sus sistemas, Riley dice:


“Nosotras peleamos por cada segundo tenemos para compartir. Sin importar si son dos minutos o dos días. No vamos a rendirnos. No quiero tener que rendirme ¿Mi voto?, esperémoslo juntas. Nosotras podemos morir poéticamente y perder la mente juntas

Ellie trae a colación este recuerdo, citando explícitamente las negritas, momentos antes de llegar a Jackson, lugar donde vive Tommy. Ahí ella confronta a Joel respecto a si lo que le contó de los eventos del hospital de Salt Lake son verdaderos. Para el jugador y para Joel, es evidente que sucedió: habiendo sido asesinadas todas las Luciérnagas, Joel roba una camioneta, coloca a Ellie en el asiento trasero y conduce. Ellie eventualmente recupera el conocimiento, pregunta qué sucedió y Joel este dice “hay docenas como tú y han dejado de buscar una cura”. Ellie pregunta si esa historia es real y Joel, al decir que sí, que es verdad y, por lo tanto, mintiendo de manera deliberada, espera que ella viva en la intrincada mentira que confeccionó.

La confrontación. El principio del fin

Después de escuchar la respuesta, Ellie se ve destrozada. Su semblante es explícito: ojos vidriosos, mirada temblorosa y perdida y un “ok” como respuesta. Ellie no tiene certeza de qué sucedió pero sabe que le están mintiendo (y, para quien necesite más pruebas, les remito al The Last of Us: One Night Live, donde Neil Druckmann, director de la obra, confirma esto).

De todas las cosas que podríamos considerar como características de Ellie, desde su humor hasta la manera en la que afronta sus emociones, la que podríamos considerar primordial, a nivel de plot, es su inmunidad. Ella es la única que no ha sucumbido ante el cordyceps. Semanas después de haber sido infectada, solamente tiene una erupción en el brazo. Cualquier otra persona ya hubiera perdido la razón y estar en un estadio avanzado de la infección. Ellie se presenta como un personaje antitético respecto a Joel: juventud respecto a madurez; inmunidad y vulnerabilidad; inocencia ante experiencia; apertura a las relaciones humanas contrario al hermetismo interpersonal.

Ellie y Joel

Siento que esta dicotomía no es vista por el académico, el cual dice que ellos dos “creyeron por años que no encontrarían un vínculo de afecto, lealtad y cuidado como el que ahora los unía”. Al contrario de Joel, Ellie tuvo a Riley, su mejor amiga y persona favorita; se vinculó emocionalmente con Joel y Tess nada más haber pasado unos días con ellos, al grado de importarle el cómo se sintió aquel cuando esta murió; también entabló una nueva amistad con Sam en el fin del mundo, al grado de guardar un robot para dárselo cuando el hermano mayor del joven, abiertamente opuesto a no cargar con nada que no fuese imprescindible, no estuviera viendo y de conservarlo años después cuando él ya no estuvo. Ellie no creyó nunca que no encontraría un vínculo de afectoLo único que sí podemos señalar de Ellie respecto a los vínculos de afecto es que siempre está dispuesta a ellos y que le aterra quedarse sin ninguno.

"I'm scared of ending up alone"

Aunado a esto, al hecho de que dentro de la trama ella y su inmunidad son el primer motor, puedo agregar que, para bien o para mal, ella se auto concibe a sí misma como la esperanza de un mejor porvenir para la humanidad. En este mismo sentido, las muertes de Riley, Tess y Sam son para Ellie una carga. Mientras ellos perecieron a causa del cordyceps, ella sigue aquí. Ninguna de esas muertes son su culpa pero carga con todas y cada una de ellas: ella padece una especie de síndrome del superviviente. Su mayor don, el ser inmune a sucumbir ante el cordyceps, también se puede ver como su maldición. Ellie podrá tapar la erupción fúngica cutánea con camisas de manga larga, vendas e inclusive tatuajes pero siempre tendrá un recuerdo físico de lo que ella es para el mundo, y, después de que Joel le dijo que su inmunidad no significa nada, un recordatorio de lo que pudo ser.

Herida, camisa larga, venda, tatuaje

Esta idea es constatada en la icónica escena de las jirafas de la primera entrega, la cual es previa al encuentro final con las Luciérnagas. Ahí Joel, antes de abrir una puerta que les permitiría terminar con la odisea, le ofrece a Ellie desistir de la empresa de encontrarlas y ella responde “después de todo lo que hemos pasado [entiéndase, tantas muertes y perdidas], después de todo lo que he hecho... no puede ser en vano”, adelanta a Joel y procede a abrir la puerta. Recordemos que en el videojuego lo que se deje o no se deje hacer al jugador es significativo: que sea Ellie la que la abra es un posicionamiento fuerte de Naughty Dog: la decisión es de Ellie y a Joel sólo le corresponde respetarla.

Jirafas y decisiones


Dado lo anterior, considero que es particularmente cruel el último acto que realizamos como Joel. Dice el académico “Joel [y nosotros, en tanto coautores de las acciones del personaje] impidió que ese procedimiento se llevara a cabo (...) esa noche Joel asesinó a sangre fría a todas y cada una de Las Luciérnagas" y “Joel no estaba dispuesto a que le arrebataran a una hija de nueva cuenta. De modo que su decisión estaba tomada: colocar una bala en el entrecejo de cada uno de los miembros de Las Luciérnagas”. Traigo estas dos citas de nuevo a colación porque quiero que prestemos atención en que quien figura en ellas como el sujeto es Joel y se habla de sus decisiones. Acciones motivadas por su propio ser. Acciones que, lastimosamente, ignoraron todo lo dicho arriba sobre Ellie. Lo peor de esto es que él es perfectamente consciente de todo, no por nada cuando rememora la escena de la camioneta antes descrita con su hermano Tommy al principio de Part II dice “ella necesitaba que su inmunidad significara algo”. Importante es señalar que dice esto antes de contar qué hizo para impedir la intervención quirúrgica y esto no hace otra cosa que constatar que Joel sabía de antemano que impedir el procedimiento era algo que Ellie no querría.

Joel decidiendo sobre el futuro de Ellie

Después de esto, en el prologo de la segunda parte, Tommy pregunta “¿te creyó?” y Joel responde “ella no dijo lo opuesto”. Ellie estaba distante de Joel porque desde el final de la última entrega ella sabía que le habían mentido. No es fortuito que en la escena de la camioneta ella sea pasajera mientras Joel conduce el coche o que en la última parte de gameplay, donde controlamos a Ellie, solamente podamos avanzar con la ayuda de Joel. De la escena del vehículo, literalmente Joel acaba de tomar el control de su vida (en cierto sentido, la conduce): le arrebató la oportunidad de que su inmunidad tuviera significado, de dejar de sentir la culpa del sobreviviente. Con la última escena de gameplay, mecánicamente los desarrolladores están haciendo un posicionamiento: Ellie, gracias a la decisión de Joel, está sujeta a él, lo quiera o no, y solamente puede avanzar gracias a su injerencia.


Joel conduciendo, llevando a Ellie de pasajera / Joel abriendo el camino para Ellie

Además de todo esto, Joel ya tenía experiencia con haber tomado decisiones que mantuvieran a salvo a alguien a cualquier precio. En el primer reencuentro entre los hermanos sucede una pequeña discusión. Ahí, Joel le echa en cara a Tommy todo el tiempo y todo lo que tuvo que hacer para que él estuviera a salvo. Tommy señala que él lo único que conserva de esos años son pesadillas. “Tu sobreviviste gracias a mí”, dice Joel; “no valió la pena”, responde Tommy. Ya habiendo tenido una experiencia similar, Joel sigue considerando que puede hacer lo que sea por alguien, a pesar de las consecuencias que recaigan sobre el salvado (en el caso de Tommy, traumas; en el de Ellie, minimización de su voluntad)

Los hermanos discutiendo el pasado

Future Days será una canción muy bella y es muy significativo que Joel la toque cuando siente a Ellie distante pero no es significativo por las razones correctas. Recordemos que está distante por su culpa, por mentir. En lo que a mí respecta, el simple hecho de tocarla no es otra cosa que otro intento más de Joel por tener injerencia desmedida sobre la vida de Ellie.

 

Conclusiones: ¿esto es amor?

Como lo atestigua la aclaración del principio del texto, este tema ya lo había venido pensando pero no tenía la intención de escribirlo y publicarlo. Sale a la luz porque tengo la necesidad de rebatir la supuesta virtud imperfecta del amor que Arrieta atribuye a Joel. Los videojuegos, como cualquier otro arte, tienen posicionamientos y posturas respecto a lo que tratan. Cuestionarnos los mensajes que vienen en ellos es el gran trabajo del crítico y analista. En ese sentido, me acerco al texto de Arrieta de una manera crítica porque no estoy de acuerdo en atribuir a Joel la imperfecta excelencia (vaya oxímoron) del amor en tanto que, como ya lo he demostrado, la decisión de Joel fue una que transgredió lo que la propia Ellie quería.

Ellie, antes de la lobotomía

Ellie sabe, Ellie no es una damisela en apuros que quisiera o necesitará ser salvada. Ellie era un personaje con significado, con personalidad, que encarnaba una esperanza y que estaba dispuesta a cualquier cosa para que esa esperanza se cumpliera, incluso morir. Joel, en su obsesión, y no amor, le arrebató eso. Se podría concluir precipitadamente que Joel actuó amorosamente si se juzga únicamente el haber librado a Ellie de la muerte pero eso es metodológicamente sesgado. Nuevamente, es una acción en la que el amante debió de tener en cuenta el sentir del amado. No es una decisión que se haya tomado en un vacío contextual: es una decisión que pasó por encima de Ellie y de sus deseos.

Ellie, inconsciente, es retirada del quirófano

Considero, además, que el hecho de que Ellie evoque al final de la primera entrega su ultima conversación con Riley no es casualidad. Ella la rememora justamente antes de preguntarle a Joel si lo que le ha contado es verdad porque las ultimas palabras de Riley eran unas que acuñaron el paradigma de lo que es el amor para Ellie: una relación de acuerdos, donde no hay un “tú decides” o un "yo tomo la decisión": hay un plural en primera persona, un “nosotras hacemos”. No van separadas de manera disonante sino juntas de manera armoniosa, no por obligación sino por acuerdo mutuo, donde lo importante son esos dos minutos juntos donde haya acuerdo y no toda una vida donde no hubo ni siquiera consulta.

Ellie y Riley jugando

En este momento ignoro completamente si Luque en su análisis postula al amor como una virtud imperfecta y, si lo hace, también ignoro el cómo la caracterice. Nuevamente, mi texto no va sobre el ensayo de Luque sino sobre el texto de Arrieta. Es importante cuestionarse la pertinencia de ciertas palabras cuando son atribuidas a determinados actos. De lo poco que se evoca del aparato conceptual de Luque sí estoy de acuerdo en que hay acciones y formas de ser que no tienen una respuesta categórica sobre si son supremamente buenas o máximamente reprobables sino que tienen muchos matices, que hay pluralidad de formas de actuar. Lo que nos toca es cuestionar qué se ha hecho, si fue la mejor de las opciones posibles y si estamos atribuyendo los adjetivos correctos a ello. Las acciones de Joel no son ni por asomo amorosas. Son actos que atentan contra Ellie y que la condenan a seguir cargando con traumas y muertes en su espalda, ya que no se le permitió intentar ser algo más para el mundo. Ahora la joven vivirá todos y cada uno de sus días sintiendo que aquello que le caracteriza es insignificante, que no importa que haga, es trivial su existencia. Joel actuó con un egoísmo supremo. Sí, él es el “verdugo más despreciable” y “un auténtico hijo de puta” porque condenó a la humanidad y esto lo logró en tanto  que tomó una decisión que no le correspondía, que prescindía en todo sentido de los deseos de la persona que “amaba”.


¿Eso es amor? Quiero decir, si el amante toma una decisión que trasgrede en todo sentido al amado, a su relación y a la confianza que hay y todavía pretende ocultarla, ¿eso es amor? No importa cuánto amemos, no importa cuánto sintamos ese sentimiento ni qué tanto duela el pecho: si esa persona quiere algo específico, no podríamos impedirle nada. Interponernos en los deseos de la persona que apreciamos, en este caso, volverse una especie de mártir, no es amor, es dependencia, es obsesión.

Infinidad de definiciones de amor habrá y seguramente todas ellas, como lo propone Arrieta con Luque, serán igual de válidas y cuestionables pero lo que no me acabo de creer (y espero que nadie) es que haya una manera de amar que considere que atentar contra la persona que amamos, sea su confianza o su integridad, sea verdaderamente amor.

Sí, hay ciertas artes que nos invitan a cuestionarnos. TLoU, con su historia y personajes, nos grita que debemos prestar atención a nuestras relaciones personales y nos invita a construirlas desde la confianza y la honestidad. No desde la traición y el engaño.

Joel es atroz y deleznable, no moralmente ambiguo. Su decisión no pudo procurar una vida digna. Su desición desencadenó los traumáticos eventos que Ellie tuvo que vivir durante Part II. Si Ellie se hundió en la oscuridad: si fue capaz de amenazar a Lev, un infante inconsciente; de golpear hasta la muerte a alguien o de asesinar a una embarazada (evento por sí mismo traumático para ella porque tal situación era consonante con la de Dinna, su actual pareja) fue por consecuencia de la decisión de Joel. 

Joel no amó a Ellie. Joel se obsesionó con ella porque, efectivamente, en ella encontró un alivio respecto a la desafortunada perdida de Sarah pero ¿Ellie tenía que cumplir, irremediablemente y sin quererlo, con ese papel de la hija adoptada? ¿tenía que dejarse ser amada de esta manera? (nótese la pasividad del verbo)

Yo creo que no y en este sentido el hecho de que Joel diga "If I had a second chance at that moment, I would do it all over again" no debería ser visto como algo bueno de ninguna manera.

15.08.2021

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